La miel es uno de los productos más dulces y deliciosos que podemos encontrar en el mundo natural. Creada expresamente por las abejas, lleva siendo utilizada por el ser humano como endulzante durante siglos, y no es de extrañar que a lo largo de todo este periodo se le hayan encontrado numerosos nuevos usos y funciones. Disfrutar de un poco de miel con el café o con la leche es algo que encanta a muchos, porque se supone que su sabor es mucho más auténtico, más especial, y por supuesto, más saludable que el del azúcar refinado. Es verdad que la miel también cuenta con una gran cantidad de glucosa y que si nos excedemos en su toma podemos sufrir consecuencias no muy deseables, como aumento de peso. Pero para disfrutar de una cucharadita en el café de vez en cuando, la miel es perfecta.
Se trata de un alimento muy querido y reverenciado, fácil de encontrar en prácticamente cualquier tienda y supermercado, por lo que también es habitual que forma parte de la despensa de cualquier casa. Darle su uso más habitual, como endulzante, puede ser una buena opción, pero nosotros queremos mostrarte hoy otras nuevas alternativas, funciones diferentes que te encantará probar, gracias a todos los beneficios que nos aporta la miel, uno de los alimentos que más nos ayuden a mantenernos sanos y radiantes. Seguro que muchos de estos remedios caseros te sorprenderán, pero si les das una oportunidad, si decides probarlos, entenderás que son alternativas magníficas para llevarlas a cabo en casa, baratas y muy eficaces, dando siempre un resultado magnífico.
Miel para el cabello
La miel posee propiedades espectaculares para proteger, fortalecer y darle brillo a nuestro cabello. De hecho, si te fijas en muchos de los champús que tienes, seguro que aparece la miel como uno de sus ingredientes principales. Aporta beneficios gracias a sus vitaminas y sobre todo, a ese espesor natural que proporciona una capa de protección magnífica para nuestro cabello. Puedes hacer tu misma una mascarilla casera, con una yema de huevo, una cucharada de miel y un poco de aceite de oliva, añadiendo también aceite de coco para que la mezcla huela mucho mejor. Esta mascarilla se aplica durante el cabello seco y limpio, durante una media hora, para luego lavarnos el pelo y quitar todos sus restos. Los beneficios no tardarán en aparecer, ya lo verás.
Miel como remedio para la tos
Todos sabemos lo molesta que puede llegar a ser una tos seca y profunda, no solo para nosotros, que la sufrimos en primera persona, sino también para nuestros allegados, que tienen que soportar esos ruidos constantemente. La tos suele ser el síntoma de alguna enfermedad un poco más grave, pero hay personas que tienen tos crónica, por haber fumado demasiado, o por cualquier otro motivo. Esto provoca que su garganta sufra, así como todo su sistema respiratorio, incluyendo el diafragma, que sufre también esas sacudidas con cada arrebato de tos. La miel puede ser una buena solución, en forma de jarabe para tos cien por cien natural, que nos proteja precisamente de esa irritación de garganta y nos permita despejar poco a poco la tos.
Combatir problemas digestivos
Las propiedades endulzantes de la miel son las que le han dado la gran fama que tiene, y es que la mayoría de los que la toman, ya sea en el desayuno o en la merienda, añadiéndola incluso a ensaladas o a otros platos para hacer salsas especiales, buscan ese toque dulce que este alimento aporta. Sin embargo, tiene muchos beneficios también para nuestro cuerpo, no solo ese punto endulzante. Por ejemplo, nos ayuda a hacer mejor la digestión, ya que es un protector natural de nuestro sistema digestivo, lo que evitará que tengamos problemas de este tipo, por digestiones pesadas o alimentos demasiado intensos que puedan dañarnos. Una infusión con miel puede además quitarnos la sensación de hambre, ya que este alimento suele dar mucha sensación de saciedad.
Por si todo esto fuera poco, la miel también tiene muchas proteínas que ayudarán a nuestro organismo a estar más fuerte, protegiéndonos no solo en nuestro sistema digestivo, sino también en todo el sistema inmunitario. Esto es perfecto sobre todo en invierno, cuando las temperaturas bajan y estamos más expuestos a coger virus y enfermedades de este tipo. La ayuda que presta a la digestión facilita también que tengamos mucha más energía después de comer o cenar, ya que nuestro cuerpo se acostumbrará mejor a ese trabajo digestivo que debe hacer cuando le hayamos dado un poco de miel para ayudarle.
Miel para la recuperación de los músculos
Mascarilla para el cabello, jarabe para la tos, protector digestivo… Ya hemos visto algunos de los principales usos que le podemos dar a la miel para solucionar ciertos problemas, de forma casera y muy eficaz. Sin embargo, hay otras funciones algo más desconocidas, pero igualmente eficientes, que seguro que no querrás dejar de descubrir. Por ejemplo, lo bien que funciona la miel para curar heridas y quemaduras, logrando gracias a sus antioxidantes y propiedades básicas que dichas heridas cicatricen mucho antes. Simplemente debemos preparar una mezcla con un poco de miel y extracto de aloe vera, para que la herida se vaya sanando a poco, pero de una manera más rápida y eficaz que con cualquier otro tratamiento, y además de forma cien por cien natural.
Muchos deportistas lo han comprobado en primera persona, y han ido más allá, tomando una infusión de miel después del ejercicio, ya que este alimento también posee propiedades muy beneficiosas para la recuperación de los músculos después de un gran esfuerzo. Los deportistas que tienen que trabajar todos los días a un gran nivel físico necesitar recuperarse rápidamente para estar en plena forma al día siguiente, y no son pocos los que utilizan esas infusiones de miel para lograrlo, ya que las propiedades de este alimento favorecen dicha recuperación, relajando los músculos y protegiéndolos ante nuevos esfuerzos que llegarán próximamente.