Receta de limonada con miel

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Las altas temperaturas son siempre un peligro en los meses de verano. El ser humano puede adaptarse relativamente fácil a ellas, siempre dentro de un límite, y además hemos creado máquinas que nos permiten alejar el calor de una forma rápida y eficiente. Los ventiladores y aires acondicionados se convierten en nuestros mejores amigos en esos meses en los que las temperaturas suben al máximo. Llevar ropa cómoda y ligera suele ser también un buen recurso para que el calor no llegue a afectarnos demasiado. Utilizar colores claros hará que la temperatura corporal se mantenga y no suba tanto. Y por supuesto, también es importante refrigerarnos con bebidas que no solo refresquen, sino que también nos hidraten. En los meses de calor solemos sudar muchísimo, y corremos el riesgo de deshidratarnos precisamente por ese proceso de autoprotección. Para evitarlo se recomienda beber abundante líquido, que puede ser agua, pero también algo un poco más intenso y delicioso.

Nosotros traemos hoy una receta muy especial que viene perfecta para esos días de calor excesivo, y que además, encanta tanto a niños como a mayores. La limonada es una bebida refrescante que, en muchas ocasiones, se desaconseja por la gran cantidad de azúcar que podemos encontrar en ella. Sin embargo, si la preparamos nosotros mismos podremos controlar ese nivel y hacerla mucho más sana, utilizando miel como edulcorante. La miel, como seguramente ya sabrás, es una edulcorante natural, mucho más nutritivo y saludable que el azúcar refinado. Por tanto, es una opción perfecta para rebajar el nivel de calorías de la bebida, y además, añadir un toque de sabor diferente. Lo más importante es preparar bien la limonada, pero sobre todo, servirla muy pero que muy fría. Se suele dejar en el frigorífico en un recipiente de cristal, y luego se le añaden algunos cubitos de hielo para mantener ese frescor al servirla. Si te interesa esta receta sigue leyendo, porque te vamos a dar todas las claves para prepararla de la manera más sencilla y deliciosa.

Qué necesitas para hacer limonada con miel

Como cualquier receta, la limonada con miel también requiere de diferentes ingredientes para su preparación. Al ser una bebida relativamente sencilla, no tendremos que marearnos demasiado para conseguirlos. Por supuesto, lo más importante es contar con muchos limones frescos para poder exprimirlos y obtener, al menos, una taza y media de ese zumo. Necesitaremos también azúcar, utilizando media taza, para no pasarnos. Igualmente, conseguiremos también media taza de miel, preferiblemente suave, para que no cambie tanto el sabor de la bebida. Estos son los tres ingredientes principales, pero también vamos a utilizar ocho tazas de agua, para mezclar con todo lo demás. Añadir un poco de hierbabuena o romero no está de más, porque le da un toque aún más fresco e intenso al zumo de limón.

Limonada con miel paso a paso

Una vez tengamos todos los ingredientes preparados con las medidas adecuadas, nos dispondremos a preparar la limonada. En una cacerola pequeña vertemos dos tazas de agua y la ponemos a calentar, junto con un par de ramitas de romero o hierbabuena, hasta que entre en ebullición. Luego debemos bajar el fuego y dejar que hierva despacio al menos durante diez minutos, lo que se conoce como “baño María”. Es momento entonces de sacar la hierbabuena, el romero y otras hierbas que hayamos metido, para agregar tanto el azúcar como la miel. Lo removeremos todo, mientras el fuego sigue a nivel bajo, para que se vaya diluyendo y creándose un sirope algo más espeso. Cuando esté todo bien disuelto, lo pasaremos a una jarra y lo dejaremos a temperatura ambiente para que se enfríe.

Una vez comprobemos que ese mejunje está ya más frío, lo meteremos en el refrigerador durante unos quince minutos, para que se enfríe algo más rápido. Una vez pasado ese tiempo, colaremos el zumo de limón, para evitar que haya grumos e impurezas, y lo añadiremos junto con otras seis tazas de agua a temperatura ambiente o fría. Podemos hacerlo en el mismo recipiente de cristal o en una cacerola más grande, si es necesario. Removeremos hasta que todo se mezcle bien y posteriormente lo guardaremos en la nevera, para que se conserve perfecto hasta que lo podamos servir. Antes de servirlo conviene añadir algún que otro cubito de hielo, e incluso alguna hoja de hierbabuena, como decoración y para darle un sabor más intenso. Esto ya dependerá del gusto de cada cuál, y seguramente conforme vayamos preparando más y más veces la receta la iremos perfeccionando mucho mejor.

Conservación

Cuando tengamos la mezcla preparada debemos conservarla en la nevera, para que tome mucho más sabor. Si la preparamos justo antes de servirla tal vez no sepa igual, así que conviene hacerlo al menos unas horas antes. Podemos tapar el recipiente de cristal con un tapón, o incluso con un paño, si tenemos otros alimentos en la nevera, para que no cojan su sabor. Justo antes de servirla, le añadiremos los cubitos de hielo para darle un sabor más refrescante. Podemos ponerlos en el propio recipiente de la mezcla, si es grande, o en cada uno de los vasos que vayamos a servir si lo preferimos. En caso de que haya sobrado algo de limonada podemos volver a meterla en la nevera para conservarla durante un par de días más. Eso sí, no conviene esperar demasiado para terminarla, porque puede estropearse.

¿Una bebida refrescante?

Sin lugar a dudas, la limonada con miel es una de las mejores bebidas que podemos tomar en verano, ya que su refrescante sabor contrarresta el calor como casi ninguna otra bebida lo hace. Los expertos siempre recomiendan que lo mejor para hidratarnos con altas temperaturas es beber mucha agua, pero está claro que eso al final acaba aburriendo, y es mejor optar por una bebida deliciosa y refrescante como esta. El poder cítrico del limón, junto con las hierbas, le da un toque mucho más intenso a ese exquisito sabor. Y por supuesto, al servirla con  miel en lugar de solo con azúcar también estamos aportando nuevos nutrientes, más saludables.