Sabías que una sola colmena puede producir hasta 3 kilos de miel al día? Si quieres saber más sobre el proceso de elaboración de la miel, te aconsejamos que te mires este buen vídeo de la serie “CÓMO SE HACE“:
El proceso en sí es bastante fácil de entender: las abejas producen miel para ellas mismas, pero producen mucha más de la que necesitan, por lo que se genera una sobreproducción a diario. Es aquí cuando intervienen los apicultores, los profesionales que se encargan de coger la miel de las abejas y procesarlas para el consumo humano.
Todas las abejas viven en comunidad. Las que viven para producir miel para el consumo humano están bien cuidadas en unas colmenas artificiales. Hay varios roles dentro: la abeja reina que es la que fecunda y la que pone los centenares de huevos anualmente, los zánganos que son los que fertilizan a la reina y luego ya nada más, y los obreros, que son los que producen la miel gracias al néctar de las flores. Es curioso porque cuando nace la reina ya se alimenta desde el principio con jalea real, mientras que las que nacen para ser obreras comen solo miel simple y polen.
La triste vida de las abejas
Cada abeja obrera tiene una vida muy corta. A partir de los 20-22 días de edad se preparan para salir al mundo y aportar su granito de arena a la comunidad, y no descansan nunca. Básicamente lo que hacen es ir quitando el agua de la miel para convertirla en el material viscoso con el que es conocida normalmente.
La vida del apicultor también es muy dura, siempre buscando la miel de las abejas e intentando garantizar que todo se realiza bien para que nos llegue material óptimo. Pensad igualmente que no todas las mieles son iguales: hay algunas que son de más mala calidad que otras, y esto depende principalmente de dos factores: en primer lugar el tipo de abejas y su entorno. Es evidente que unas abejas estresadas o viviendo en lugares poco óptimos hará que la miel se resienta de ello. Esto pasa con la mayoría de animales, ya que las gallinas o las vacas estresadas o en malas condiciones también producen mala leche o huevos de menor calidad.
El segundo factor es el proceso de elaboración. Una materia prima puede ser tratada de muchas formas. Si el proceso es artesanal, el precio de la miel será más alto, mientras si todo es artificial, el precio será más bajo.
Si queréis buena miel lo mejor es acercarse a los stands de ferias de productos naturales.